EUROPA
PRESS
5 junio
2021
¿Qué
información se conserva en la memoria con el paso del tiempo y qué partes se
pierden?
Un equipo de investigadores de las
universidades de Glasgow y Birmingham, en Reino Unido, ha profundizado en las
variadas teorías científicas sobre qué información se conserva en la memoria
con el paso del tiempo y qué partes se pierden y han demostrado que nuestros
recuerdos se vuelven menos intensos y detallados con el paso del tiempo, y que
sólo se conserva lo esencial.
Según el estudio, publicado en la revista 'Nature Communications', Además, este desvanecimiento de
nuestros recuerdos se potencia cuando recordamos con frecuencia nuestras
experiencias recientes.
El trabajo podría tener implicaciones en varios ámbitos,
como la naturaleza de los recuerdos en el trastorno de estrés postraumático, el
cuestionamiento repetido de los testimonios de testigos e incluso en las
mejores prácticas para el estudio de los exámenes.
Aunque los recuerdos no son copias exactas del pasado, ya
que se entiende que recordar es un proceso altamente reconstructivo, los
expertos han sugerido que el contenido de un recuerdo podría cambiar cada vez
que lo traemos a la mente. Sin embargo, hasta ahora resultaba difícil medir en
el laboratorio las diferencias entre nuestros recuerdos y las experiencias originales, así como su transformación a lo
largo del tiempo.
Para este estudio, los investigadores desarrollaron una
sencilla tarea informatizada que mide la rapidez con la que las personas pueden
recuperar ciertas características de los recuerdos visuales cuando se les pide
que lo hagan.
Los participantes aprendieron pares de palabras e imágenes y
posteriormente se les pidió que recordaran diferentes elementos de la imagen
cuando se les indicaba la palabra. Por ejemplo, se les pedía que indicaran, lo
más rápido posible, si la imagen era de color o en escala de grises (un detalle
perceptivo), o si mostraba un objeto animado o inanimado (un elemento
semántico).
Estas pruebas, que sondean la calidad de los recuerdos visuales,
se realizaron inmediatamente después del aprendizaje y también tras un retraso
de dos días. Los patrones de tiempo de reacción mostraron que los participantes
eran más rápidos en recordar los elementos semánticos y significativos que los
superficiales y perceptivos.
Julia Lifanov, autora principal
del estudio de la Universidad de Birmingham, recuerda que "muchas teorías
de la memoria parten de la base de que, con el paso del tiempo, y a medida que
las personas vuelven a contar sus historias, tienden a olvidar los detalles
superficiales, pero conservan el contenido semántico y significativo de un
acontecimiento".
"Imagínese que recuerda una cena con un amigo antes de
la crisis y se da cuenta de que no puede recordar la decoración de la mesa,
pero sabe exactamente lo que pidió; o recuerda la conversación con el camarero,
pero no el color de su camisa. Los expertos en memoria llaman a este fenómeno 'semantización'", apunta.
La profesora Maria Wimber, autora
principal del estudio de la Universidad de Glasgow, explica que "el patrón
de recuerdo de elementos semánticos significativos que demostramos en este
estudio indica que los recuerdos están sesgados hacia el contenido
significativo en primer lugar, y hemos demostrado en estudios anteriores que
este sesgo también se refleja claramente en las señales cerebrales".
"Nuestros recuerdos cambian con el tiempo y el uso y
eso es algo bueno y adaptativo, añade. Queremos que nuestros recuerdos retengan
la información que más probablemente sea útil en el futuro, cuando nos
encontremos con situaciones similares".
Los investigadores descubrieron que el sesgo hacia el
contenido de la memoria semántica se vuelve significativamente más fuerte con
el paso del tiempo, y con el recuerdo repetido. Cuando los participantes
volvieron al laboratorio dos días más tarde, eran mucho más lentos a la hora de
responder a las preguntas con detalles perceptivos, pero mostraban una memoria
relativamente preservada para el contenido semántico de las imágenes.
Sin embargo, el cambio de recuerdos ricos en detalles a
otros más basados en conceptos fue mucho menos pronunciado en un grupo de
sujetos que vieron repetidamente las imágenes, en lugar de pedirles que las
trajeran activamente a la mente.
El estudio tiene implicaciones para sondear la naturaleza de
los recuerdos en la salud y la enfermedad. Proporciona una herramienta para
estudiar los cambios desadaptativos, por ejemplo, en el trastorno de estrés
postraumático, en el que los pacientes suelen sufrir recuerdos traumáticos
intrusivos y tienden a generalizar en exceso estas experiencias a situaciones
nuevas. Los resultados también son muy relevantes para entender cómo los
recuerdos de los testigos pueden estar sesgados por las entrevistas frecuentes
y por recordar repetidamente el mismo suceso.
Los resultados también demuestran que ponerse a prueba antes
de un examen (por ejemplo, utilizando tarjetas de memoria) hará que la
información significativa se mantenga durante más tiempo, especialmente cuando
va seguida de períodos de descanso y sueño.